COMO EVITAR FUTUROS PROBLEMAS DE CARACTER EN EL PDAE. PERIODOS SENSIBLES EN EL DESARROLLO DEL CACHORRO

La mayor parte de los conocimientos que tenemos sobre el desarrollo de los cachorros durante los primeros meses de vida se deben al resultado de los estudios realizados por el doctor Scott en el Laboratorio Roscoe B. Jackson Memorial en Bar Harbor, Maine (EEUU) en colaboración con la Escuela de Perros para Ciegos de San Rafael.

Es importante comprender cómo y a que edad se desarrolla un cachorro para entrar en la edad adulta. Saber esto ayudará a medida que se trabaje con él durante las siguientes semanas y meses.

- Primer periodo: Transcurre desde el nacimiento hasta los 21 días:

Se toma el día 21 como el último de este periodo, pero en realidad se refiere al momento en que los sentidos del cachorro son operativos. Durante estos primeros días de vida, los cachorros dependen de su madre para satisfacer sus necesidades básicas, que son: obtención de calor y comida.

Durante este periodo los cachorros solo tienen sensaciones táctiles y térmicas. Siendo lo más importante en este periodo el confort producido por el contacto del cuerpo de la madre. El cerebro del perro es muy inmaduro, en esta fase es donde se producen y desarrollan las conexiones interneuronales. Es de vital importancia realizar ejercicios sencillos de estimulación temprana para hiperdesarrollar estas conexiones interneuronales para que los cachorros en las siguientes fases de su desarrollo, se adapten mucho mejor al medio ambiente. (Próximamente se publicará un artículo que trate este tema debido a la importancia que creemos que tiene para esta raza en concreto, debido a que últimamente está dando muchos problemas de carácter como perros muy tímidos que compensan esa conducta con agresividad)

- Segundo periodo, comprendido entre el día 21 y el 49:

La primera semana de este periodo es muy importante porque los sentidos comienzan a ser operativos, pero los cachorros deben aprender a utilizar sus nuevos sentidos porque, aunque son funcionales, aún no lo hacen al cien por cien. Todavía no oyen ni ven bien, pero ahora el entorno sí les afecta y lo hace de forma decisiva. Emocional y mentalmente su vida empieza a funcionar.

Ahora la importancia de la madre es vital para los cachorros, de ella aprenderán que estímulos son positivos y cuáles no, por lo que es muy importante que durante esta semana no se separen de la madre. A partir del día 28 casi todo este desarrollo tan rápido ya se ha realizado, el animal ya conoce su entorno bajo la protección y seguridad de su madre y la separación ahora será menos traumática.

En esta etapa comienza la socialización y lo ideal es que el perro permanezca toda la fase con sus compañeros de camada. Ahora es cuando comienzan los juegos y la dominación social. Los perros que no permanecen con la camada durante estas 7 semanas serán inquietos, ruidosos e inseguros con respecto a sus congéneres, ya que no saben cuáles son sus límites ni han tenido tiempo de aprender el significado de las expresiones corporales ni de los sonidos. Por lo tanto no entenderán el significado del lenguaje corporal de otros perros. Al no completar la fase de socialización tendrán, seguramente, problemas de conducta (perros muy peleones, muy tímidos etc...)

Experimentos realizados con perros separados de la madre en la 4ª semana de vida han demostrado que si se les presta mucha atención y cariño por parte del nuevo dueño, con frecuencia muestran un comportamiento sexual anómalo cuando son adultos.

Por tanto en esta fase el cachorro necesita a sus compañeros de camada para aprender e interaccionar con otros perros. El cachorro aprende a actuar dentro de una manada y también el orden de dominancia. Hay que empezar a sociabilizarle con adultos y niños durante cortos peridos de tiempo. A esta edad comienza el aprendizaje.

Durante esta fase, su cerebro y sistema nervioso se están desarrollando y al final de la 7ª semana tienen un cerebro adulto con sus capacidades pero, obviamente, no con su experiencia ni con la misma capacidad de concentración.

- Tercer periodo: Desde la 7ª semana hasta los 84 días:

El mejor momento para que el cachorro vaya a su nuevo hogar es durante la primera semana de este periodo, es decir, durante la 8ª semana de vida. El nuevo dueño deberá emplear tiempo en relacionarse con el cachorro y crear un vínculo con él que afectará de forma decisiva a la conducta del perro. De esta forma, el cachorro aprenderá a desarrollarse como individuo y que tiene un papel en el núcleo de la famila donde vive. En estos momentos el perro aprende que puede ser un compañero, un colega de su acompañante humano; el instinto de manada, que es innato en los perros, debe fomentarse para que aprenda a trabajar con su líder para beneficio común. El resultado es que la jerarquía se establece y el perro admite, por medio de la educación y el adiestramiento, que su dueño es el líder y acepta voluntariamente su dependencia de él; por tanto se somete al control de su lider humano. Ahora es el momento óptimo para modelar los rasgos del temperamento del cachorro potenciando los que más nos interesen e inhibiendo los que queramos que el perro no desarrolle.

Durante esta fase debe comenzar el adiestramiento preliminar, evidentemente, todo debe hacerse en forma de juego y la duración de la clase debe ser mínima. Hay que exponer al cachorro a la máxima cantidad de vivencias posibles para enriquecerle de forma máxima, tanto mental como emocionalmente.

La dominancia social continúa desarrollándose durante este periodo; esto consigue que el cachorro respete al resto de sus congéneres y tambien lo disciplina y fomenta su relación e identificación con ellos; sin embargo un perro que se deja en un canil con sus hermanos de camada hasta las 16 semanas sin darle atención individual y afecto, limitará mucho el desarrollo potencial de los rasgos naturales del cachorro. Asimismo, reducirá considerablemente su capacidad para unirse a los humanos y lo convertirá en un perro muy tímido y asustadizo.

En esta fase el cachorro atraviesa un periodo crítico de sensibilidad (periodo de miedo) se da entre la 8ª y la 16ª semana, en la que es imprescindible evitar situaciones desagradables o negativas para el cachorro.

- Cuarto periodo: desde los 84 días hasta los 112 días:

A las diecisesis semanas el desarrollo mental y emocional del cachorro se habrá realizado en la forma en que continuarán para siempre. Por lo tanto, no importa lo buenos que puedan ser unos rasgos genéticamente hablando, si no tienen posibilidad de expresarse durante este periodo, el cachorro nunca será tan bueno como podría haber sido.

Deberían iniciarse el adiestramiento de una forma más seria, ha de haber una transición del adiestramiento por juego a la conducta disciplinada. Debería de haber menos relación con otros perros y más con personas, lugares y situaciones. Hay que ser firmes pero justos. En este periodo el cachorro tiene un instinto de huida muy acusado, con lo cual hay que tenerlo muy en cuenta. Tanto la permisividad como la severidad exesivas pueden provocar un daño permanente. Elogiar al cachorro por su buena conducta. En este periodo es cuando el equipo hombre-perro decide quien es el jefe, de ahí la importancia del entrenamiento.

A esta edad los perros con temperamento fuerte tienden a revolverse a sus dueños y ahora es cuando hay que impedirlo.

Cuando los cachorros permanecen 16 semanas con la camada pierden la posibilidad de relacionarse fuera de ella y esto también crea problemas de conducta. El cachorro que se desarrolla con la madre hasta este periodo, se desarrolla a la sombra de ésta por ser adulta y el cachorro no llega a expresar sus propios rasgos de carácter.

Por tanto:

- Un perro que no tiene ningún tipo de socialización antes de las 16 semanas nunca podrá expresar las condiciones que ha heredado de sus padres y no será válido para desarrollar adecuadamente una tarea independientemente de lo buenas que fueran sus cualidades naturales.

- Si el cachorro permanece durante más de 16 semanas con la camada se pierde la individualidad; y el vínculo con el dueño será más dificil de establecer por un exceso de socialización con sus congéneres.

- El tiempo es limitado; 21-112 días. Sólo tenemos 13 semanas y una vez que el tiempo ha pasado es muy dificil de recuperar. No queremos decir que sea imposible socializar a un perro de más de cuatro meses; pero nuestra propia experiencia nos ha demostrado con una perrita que tiene diagnosticado Sindrome de privación sensorial por haber pasado estos periodos en un ambiente poco estimulante, que el proceso es mucho más lento y complicado y, dependiedo de las cualidades del perro, el resultado será mejor o peor, pero nunca tan bueno como si se realiza durante los periodos 3º y 4º.

- Todo lo que el cachorro aprende hasta los 112 días no lo olvidará nunca, el aprendizaje realizado durante este tiempo puede ser modificado por un aprendizaje posterior, pero éste nunca eliminará el aprendizaje previo. Por esto es tan importante que no utilicemos castigos, refuerzos negativos ni técnicas aversivas de ningún tipo durante el adiestramiento inicial; el cachorro adquirirá asociaciones negativas respecto al adiestramiento y consideraría la pista de entrenamiento o la situación de aprendizaje de un nuevo ejercicio como desagradable, y por lo tanto, ejecutaría conductas de evitación al exponerlos a estas circustancias, perdiendo el cachorro la motivación y ganas de agradar.

Por Joaquin y Dionisio